La premisa es la siguiente: Un relato crudo
de supervivencia en un ambiente hostil y ante las condiciones más extremas
y desfavorables posibles. ¿Qué ya hemos visto esto anteriormente?, pues sí,
parece una rara combinación entre Gladiador y Cast Away. El Renacido no es
precisamente una cinta que marcará un antes y después, es más bien la confirmación
de los elementos artísticos y técnicos llevados al extremo posible: la
fotografía, la mescla de sonido, la dirección, etc. Es un producto diseñado
para ganar premios, para ser visible y remarcable sobre cualquier rival. No me
sorprenden en lo absoluto sus 12 nominaciones pese a que quizá una por ahí si
le regalaron.
“The Revenant” inicia
en el frio bosque de las profundidades de la América Salvaje, allá por los años
1800, podemos decir que la mejor parte del largometraje es esa emblemática
entrada tan potente visualmente como entretenida, a lo “Salvar al Soldado Ryan”
la película se mete de lleno en una sangrienta batalla que nos llevará al drama
posterior y lo hace rebosando de adrenalina y tensión. Es interesante como la
película maneja a los personajes en un principio, sabemos que Glass es el
protagonista absoluto pero hasta que su odisea de terror empieza, en realidad
nos lo presentan como uno más del grupo, no hay prólogo intencionado ni la
cámara trata de mantener el punto de vista de Glass.
El cuento luego nos
lleva a las escenas claves del film, tras el extraordinario opening, viene el
desencadenante de la odisea; el ataque de la osa propiamente dicho: el ingenio
y el realismo de ese momento es brutal y arrollador, y en este punto es donde
la edición de sonido y los efectos visuales alcanzan cuotas inimaginables.
Celebro todo el planteamiento de la escena, la forma tan realista de crear a
esa osa Judy, el forcejeo, etc. todo está rodado magistralmente. The
Revenant está cargada de bellísimos planos generales y secuencias que son
parte de los continuos intentos de Iñarritu de seguir diciéndole al mundo “soy
el más cabrón de todos cuando se trata de dirigir”, el "ego" del
cineasta mexicano no tiene límites.
El viaje de supervivencia al principio es
embriagador y sublime, la historia y las imágenes se funden en una
experiencia vital para el espectador, un auténtico delirio para los sentidos,
un festín visual y auditivo que alcanza niveles insospechados, pero el problema
que le veo a “El Renacido” es que llega un momento donde empieza a agotarse,
¿podríamos decir que peca de exceso de metraje?: es probable, pero ante todo es
la sensación de que el persistente intento de superar los límites del
lenguaje cinematográfico (algo ya típico de Iñarritu) y el poderío visual,
empiezan a tomar el rumbo de la historia, es como si los atributos
técnicos y artísticos asumieran el protagonismo de “The Revenant” y la
historia en sí, quedara en segundo plano, es ahí cuando empieza a gastarse un
poco la película. Sin embargo nunca llega al punto de “no retorno” donde
sientes que la cinta se ha ido por completo y ya no hay forma de reconexión, al
final vendrán más escenas claves y momentos determinantes que terminarán
dejando la sensación de haber visto algo grande, algo realmente superlativo.
The Revenant es ante
todo una experiencia que hay que saber disfrutar, no es una película perfecta,
precisamente es su guion muy básico su baza más débil y con toda lógica no
ha sido nominada en dicha categoría, pese a todo lo negativo que se le pueda
encontrar es una de las películas del año.
Leonardo DiCaprio se
entrega en cuerpo y alma a su personaje, no es una interpretación lucida ni por
diálogos, ni por momentos específicos, es más el asombroso esfuerzo de ponerse
en la piel de “Hugh Glass” quién es alguien que va a tener que hacer “cualquier
cosa” necesaria para sobrevivir, cuando leo en ciertos artículos que DiCaprio
no ha utilizado dobles para las escenas más crudas entones es él mismo quién
tuvo que comer hojas con tierra, entrar en el agua claramente bajo punto de
congelación. En fin, ¡brutal DiCaprio!, no creo que sea precisamente su mejor
interpretación, tampoco pienso que sea el ganador incuestionable del año, de
haber participado en otra edición diferente con rivales potente en la categoría probablemente no habría ganado el Premio de la Academia, pero no hay que dudarlo:
DiCaprio se mereció el Oscar por la razón que
sea.
Tom Hardy también
tiene un papel muy lucido, esa “falsa ambigüedad” moral de su personaje con la
etiqueta de “villano” es muy notable; es una actuación que se basa en lo
físico al igual que DiCaprio, pero aunque parezca mentira hay más desarrollo de
personaje en Fitzgerald que en de Glass, ese argumento de que él es una especie
de “predicador” o “religioso” de forma no definida y con esos conceptos tan
errados de la fe, le da un toque de humanidad interesante a pesar de que de
todas formas nos vamos a poner del lado de Glass.
Sus atributos artísticos y técnicos no tienen ni precedentes ni rivales, al menos en ciertos apartados, cuando vi Mad Max pensé que no había competencia alguna en lo referente a “las categorías de sonido”, pero es que el Renacido SUENA tan real, tan cruda, tan visceral más allá de su aspecto visual es una experiencia auditiva también, las reacciones de la Osa digital, con el sonido de los desmembramientos y desgarros de carne, es todo tan verídico que estas ahí!!, a unos pocos metros de los acontecimientos, la película mete al espectador en la cruda odisea por todos los medios posibles.
Ya que cabecea mucho en su guion, el trabajo duro recae sobre Iñarritu que pese a que se le notan las intenciones claras de seguir rompiendo moldes establecidos en el séptimo arte (ese EGO), su trabajo es digno de elogios. No es por repetir lo que todo el mundo dice pero si debió ser bien difícil sacar adelante esta película. ¡Gigante Iñarritu!
Lo mejor de la película lo dejo al final, es que ya no hay que darle más vueltas: Emmanuel Lubezki es el mejor director de fotografía de todos los tiempos, punto final, él mismo se convierte en autor y co-director de la película, su impronta ya es reconocible; hay tanta referencia al cine de Malik que alguno podría acusarla de plagio, pero la acuarela visual que expone es marca CHIVO LUBEZKI; la forma que tiene de capturar la luz y los mejores paisajes es sublime, su tercer Oscar es mas que merecido. Visualmente es lo más intenso, sorprendente y grandioso que se ha filmado en este 2015, no tiene competencia.
The Revenant es toda una experiencia, no es una película perfecta, tampoco será mi favorita de las nominadas como dije a veces se agota por su exceso de metraje pero es una gran obra sin lugar a dudas.
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